El bruxismo es un trastorno muy común en la salud oral. Consiste en apretar o rechinar los dientes, generalmente durante la noche, aunque también puede ocurrir en el día. Muchas personas no saben que lo padecen hasta que presentan dolor en la mandíbula, desgaste dental o dolores de cabeza.

Las causas del bruxismo pueden variar según cada paciente, pero entre las más frecuentes están:

• Estrés y ansiedad: la tensión emocional es el detonante más común.
• Problemas de mordida o mala alineación dental: cuando los dientes no encajan de forma correcta.
• Trastornos del sueño como insomnio o apnea.
• Factores de estilo de vida: consumo excesivo de cafeína, alcohol o tabaco.

Identificar los síntomas del bruxismo es clave para tratarlo a tiempo. Algunos de los más comunes son:

• Dolor en la mandíbula al despertar.
• Desgaste prematuro en los dientes.
• Dolores de cabeza frecuentes.
• Sensibilidad dental.
• Ruidos articulares en la mandíbula.
• Fracturas dentales en casos avanzados.

El tratamiento del bruxismo busca proteger los dientes, relajar la musculatura y mejorar la calidad de vida del paciente. Las opciones más efectivas incluyen:

1. Férula neuromiorelajante: protege los dientes y reduce la presión en la mandíbula.
2. Técnicas de manejo del estrés como yoga o meditación.
3. Tratamientos de ortodoncia cuando la causa es la mala alineación dental.
4. Mejorar hábitos de sueño y reducir estimulantes como la cafeína.